miércoles, 31 de diciembre de 2008

NOS CUENTA PLATÓN

Unos griegos en un convite
a propuesta de Fedro
deciden encomiar a Eros.
Es en casa de Agatón,
se reúnen unos amigos
para hablar del amor.
El médico de la reunión
en la bebida pide moderación.
El Sócrates es un malqueda,
pues, todos en espera y no llega.
¿Le gusta crear expectación?

Cuando habla Fedro
deja claro que es tal la energía
que el amor despliega
para quedar bien ante
el amante o amado
que a los estados
les interesan parejas
de éstas para las guerras.
Ante los ojos de tu amor
entregas la vida por honor.

El astuto de Platón pone
en boca de Aristófanes
el mito de las dos mitades,
que viene de perlas
a los/las homosexuales.
Safo ya habló de Eros
como hijo de Urano y Afrodita,
el maestro, como le contara Diotima,
le adjudica como padres
a Poros y Penía.
Se elogia la virtud más pura
que es la que desea amor,
lograr el bien, cual si fuera lo mejor.

Y para terminar llega
Alcibíades como una cuba
para al gran Sócrates alabar.
Queda constancia de
la resistencia del sátiro
al alcohol, todos quedan
rendidos y él no.

El anfitrión de la fiesta
mandó fuera a la flautista.
Y nada se nos cuenta
de qué diálogo mantuvieron
las mujeres en el gineceo.

M. Godúver

martes, 30 de diciembre de 2008

EL ABRAZO



Ha sido como
una purificación
del espíritu
llegar a ti tan
serena, en
esa amalgama
de tráfico que
no ayuda en nada
al abrazo.
Con el
cabello
erizado,
¡eres el ser
más bello
que en mi vida
se ha cruzado!


M. Godúver

SOBRE EL INSTANTE Y LA FELICIDAD

Escribo sobre el instante y la felicidad porque forman parte de mi drama vital. La felicidad es un instante fugaz, si la amarro eterno. Y espero que cada instante esté lleno de esa anhelada felicidad.
Escucho el latir de la vida en algunos objetos que me acompañan como el tic-tac del reloj, el inexorable tiempo marcándome la vida, como advirtiéndome de lo corto del camino: “tempus fugit .
De manera más profunda el latir de mi corazón, si la onomatopeya que lo describe es como un pum-pum me sugiere una llamada a la puerta de la vida. Y si esa insistente llamada deja de sonar, se acaba mi vida. Sería algo así como la manera de representarme en la vida, una llamada continua a la puerta, como quedándome en el umbral.
Lo que me apetece es la felicidad a cada instante, pero, ¿la logro? Quizás sería más realista si considerara que el concepto felicidad está muy alejado de mis posibilidades, las del ser humano en general, sería menos absurdo hablar de no-desdicha. ¿Y no será la dicha precisamente eso: el no darme cuenta de ella porque no soy desdichada?
¡Felicidad! ¿Será un instante? Si pudiera atraparla, si pudiera.
Cuando tengo la vivencia de algo parecido a lo que entiendo por felicidad y un día siento el vacío de ella parece que ya no tuviera nada sentido y, entonces, el latido de mi corazón se ensombrece. No se oye el pum-pum. Se dice: “ni pum” para referirnos a nada en absoluto.
Deambulo por caminos vanos sin saber por dónde tirar, sin darme cuenta de que tengo que ser consciente del valor de cada instante, de ese pum-pum que me acompaña y que tan poco valoro porque está ahí y no tengo que realizar grandes gestos para que siga latiendo mi corazón. Puede ocurrir, en ése estar perdida, que me doy cuenta de que la vida pende de un hilo sutilísimo fácil de romperse y que no la estoy llenando de sentido.
Entonces, se hace patente el pum-pum llamando a la puerta de la vida y cómo insiste en entrar, desde el umbral.
Mas si soy capaz de apreciar en lo que vale el pum-pum que me acompaña, ese instante tras instante que sólo yo puedo llenar, pues, a cada instante tengo la posibilidad de elegir qué hacer en mi vida, no vale seguir justificándome. Tengo que, más tarde o más temprano, enfrentarme a mí misma.
Por tanto, el estar o no cercana a la felicidad sólo depende de qué instante haya elegido, uno tras otro. Ese es mi drama vital, soy responsable de mi vida, de lo que pase en ella, los acontecimientos me envuelven y me condicionan pero no me determinan; soy libre.
Si quiero ser feliz, yo soy responsable de no conseguirlo: elijo a cada instante. El ser consciente de esta sutil y grave empresa me inmoviliza, me deja perpleja las más de las veces. Porque tendría que partir, quizás, primero de: ¿qué es la felicidad?, ¿qué hace feliz a cada latido vital? Y como no estoy sola porque las vivencias necesariamente tienen mucho de convivencia ya empieza a complicarse más el problema. ¿Cómo consigo la felicidad?, y, ¿cómo olvidarme de la felicidad del/la otr@? Yo elijo mi instante y otra voluntad su instante. No es sólo la reflexión, es el diálogo, hay que pactar y respetarnos cuando nos relacionamos con los demás. Pero no es el momento de tratar ahora sobre lo que entendemos por convivir, ya sea en pareja, en familia, en el trabajo o en cualquier otra relación que establecemos con cada uno de los grupos sociales en los que nos encontramos inmers@s.
Yo busco ese instante de felicidad y engancharme a él, el carro de la farsa me acompaña siempre, lentamente. Por el contrario, el tren de la alegría pasa más de tarde en tarde, a toda velocidad, es más difícil de reconocer.
Considero que sólo desde la reflexión y desde una postura de amor puedo reconocer la dicha verdadera, eso que llamo felicidad. Si hablo del instante como inicio de vida y de la felicidad como finalidad, me quedo con el camino a ella que entiendo realizado con amor.
Con lo cual, como tan sólo camino me queda, necesito seguir pensando que es posible otro mundo, y, para que me sirva de acicate e ilusión me busco un punto de apoyo que me sirva de guía, a modo de piedra preciosa o estrella fugaz. Entiendo el “amor” como deseo de bien. Si el instante es como un principio continuo y la felicidad como fin al que tiendo continuamente, me queda adentrarme en el sendero, una vida de amor en su anhelo de bien.
En lo social puedo hablar de justicia pero la mayor parte de mis relaciones resultan más cercanas porque me gusta establecerlas de tú a tú y la justicia, a veces, se me queda corta, necesito recurrir a la piedad.
Concluyo diciendo que, en cuanto al amor se refiere, elijo el fileo de los griegos, la filía, en lo universal; el eiro, aquello que entiendo por eros es para andar por casa, si quiero, hasta en zapatillas.

M. Godúver
2001, en Madrid y mayo.

domingo, 28 de diciembre de 2008

TIC-TAC

estecha.com



Esa nuestra relación
se me regaló
contra la monotonía
del reloj.
.
.
TIC TAC,
TIC TAC,
TIC TAC…
CUCÚ.
Es la monotonía
del día a día
y, de tarde en tarde,
es interrumpida.
¡Eres lo más hermoso
de mi vida!
.
.
Esos fugaces momentos
disfrutados a contratiempo.
.
.
.
M. Godúver

jueves, 18 de diciembre de 2008

DEVOTIO

Goya


En esos instantes
de creación,
en mis fantasías…
el amor es un acto
de devoción.
Recuerdo aquello de la
santísima trinidad
que me enseñaron
en la escuela.
¡Se sublima la idea!
¿Sueño despierta,
será al despertar un sueño?
Feminizo al hijo
y al espíritu santo,
con el padre
hago otro tanto.
Era el pedestal
tan alto que
me los bajé
a la tierra;
todo estaba
lleno de santas
y vírgenes

me siento libre.

M. Godúver

martes, 16 de diciembre de 2008

DE NUEVO TÚ

Puntual a la cita
de cada mes,
cuando he llegado,
me esperabas en casa.
Estabas más
cercana que
la última vez.
Me tengo
que relajar,
vivir el instante
sin esperar,
y seguir fiel
en ese día
a día, intervalos
sin tiempo
por el querer
que siento.


M. Godúver

AQUELLOS TIEMPOS

En mi adolescencia
una de mis fantasías
era ser misionera.
Pero una monja
que conocí y
visité varias
veces en su celda
me quitó la idea.



M. Godúver

domingo, 14 de diciembre de 2008

COMO LOS RESTOS DE UN NAUFRAGIO

Aparece en los libros
cualquier objeto que,
voluntariamente o
sin querer, dejó
un día su propietario.
Llegan como olvidados,
quizás sean los restos
de un naufragio.




M. Godúver

viernes, 12 de diciembre de 2008

MADUREZ

¡Es la más hermosa niña...
ha despejado su carita
!



M. Godúver

jueves, 4 de diciembre de 2008

AUDITORIO

jserrano.villatic.org


Estoy en el Auditorio…
escucho El Mesías de Händel,
las cuatrocientas voces al unísono
llenan todos los intersticios.
La magia de la música
me transporta a otros sitios,
son varios momentos vividos.

Siento cómo se deslizan
unas lágrimas desde mis ojos
por todo mi rostro.
“Mi madre canta en el campo,
en la casa, por el patio...
en todos sus trabajos;
apenas conoció el descanso.”
Yo, aquí sentada,
soy una privilegiada.

En este mismo concierto,
no sé el porqué,
la estructura de
madera me remitió
a un crucero.
Nos reunimos
en un barco
toda la familia
para disfrutar
y no lo pasamos mal,
pero la tensión
del “qué pasará”
no nos permitió
reírnos más.
Cuando el benjamín
decía: “dieciocho”,
estábamos todos.


En otro momento,
cuando miro a mi
alrededor y veo
tantos asistentes
siento un vacío interno.
Ahora es el amor
el que sobrecoge
mi corazón.
Me gustaría al
girar la cara ver
su mirada y con
ambas sonrisas
sentirnos unidas.
Esbozo “una sonrisa”
y corroboro
cuánto la añoro.


M. Godúver

lunes, 1 de diciembre de 2008

OCURRENCIA

Un día, a dos buenas
mentes amigas
se les ocurrió
la siguiente pericia:
"piensan un plan
para obtener dinero
y donarlo a la
humanidad".


Una de ellas reputada
escritora y afamada;
la otra, nada de nada,
pues no conoció la fama.
Bastante trabajo les costó
hasta que idearon
un apetecible cebo
que arrastrara
a unos y a otros
a cotillear y a pelear
hasta convertirlo
en miles de millones
de euros.

En internet apareció
una conferencia escrita
bajo el nombre de la
mente no afamada,
unos días más
tarde se publica
en uno de los libros
de la mente
conocida.

La disputa surge ya
y todos quieren averiguar
cuál de las dos ganará.
La causa y
su final se
vendió en
todas las revistas,
incluso en las
del corazón.

Consiguieron
mucho dinero mas
pronto se sorprendieron
porque de la farsa sólo
se sabía el comienzo.
Era tan absurdo
el plan que del final
no averiguamos
mentira o verdad.

Nos preguntamos:
¿dónde aquel
beneficio iría
a parar?

Pues, se conoce
el enredo y
han obtenido
muchos premios.

La historia vuelve a
empezar porque
sólo fue un
contrato verbal
y el plan una
idea genial.

A propósito
de conferencias,
he vuelto a leer
la de Wittgenstein
sobre ética.


...............

Si no la conoce
y quiere leerla
pase a la trastienda
y se encontrará
fragmentos y poemas
de una biblioteca.
Pique en mi perfil y
en mis blogs verá:
“a solas con libros”
Y en Wittgenstein,
la conferencia.
………….

M. Godúver