.
.
.
De comentada
a comentadora
me ha destinado
la vida, ¡qué duro
cuando hay
que comentar
a una amiga!
Además, si
viene con prisas,
no me deja
pausa ni respiro
para que pueda
vivir la mía.
¿Qué serían
de las pausas,
los suspiros
o las prisas
si no fuera
por las amigas?
M. Godúver
1 comentario:
Cuando éramos pequeñas
jugábamos con muñecas;
ahora que ya somos sabias
jugamos con las plabras.
Todos los divertimentos
requiren tiempo y esfuerzo;
no me quejo yo del nuestro,
con mucho es el que prefiero.
Publicar un comentario