sábado, 16 de mayo de 2009

A UNOS SENTÍMETROS DE DISTANCIA

elpais.com



Un incauto con un ordenador,
carteristas mirando a su alrededor
para encontrar una pista y asestar
el golpe a su próxima víctima.
Somos gentes de paso: algunos
desharrapados, otros marginados,
también turistas por Madrid…
todos usuarios del metro de aquí.

Algunos, emigrantes que se han
quedado sin trabajo y no cobran paro,
una prostituta que ha posado en la calle
y no ha ganado tanto como otros años.
Diseñadores, poetas o pintores a quienes no
se les pagan por crear, ni por na de na.

Otros muchos, ciudadanos sin coche,
que bajan al metro para trasladarse
y llegar a tiempo al trabajo, al colegio,
a una cita, a un encuentro o a ganarse
unos euros porque también
están los que ‘cantan y su mal espantan’.

Mientras nos mirábamos pensaba
qué pasaría por sus cabezas a esas
horas o a otras horas de la mañana;
de la tarde, de la noche; del lunes
al viernes o los fines de semana.


M. Godúver

1 comentario:

viky frias dijo...

Los parados, para no estar quietos,
Se desplazan en el metro.
Crecen los metros y kilómetros de parados;
Ya incluso han superado
Las unidades elementales de longitud
Y se miden en años-luz.
Al mismo tiempo
Los que tienen empleo y autonomía
No se atreven a mover la economía
Sólo se mueven por el metro.