jueves, 4 de junio de 2009

LA SEGADORA DE HISTORIAS


Somos conscientes
de la muerte cuando
tiene nombre y apellido.
Si solo tiene nombre
sientes que te mueres
de dolor y si éste es
en diminutivo por
sentirlo tan cerca,
por ser de lo más mío,
en ese caso, ni morir
me libra de la pérdida.
La vida es tan cruel,
a veces, que lo más
querido se lo lleva
la muerte.
Lo siega de un tajo
y lo ves, casi sin darte
cuenta, en lo más
abajo o en lo más
arriba ¿que más da?
si el resultado es:
que ya con nosotros
no está.


M.Godúver
...
¿Qué me dices de doña Juana
frente a aquel Tenorio don Juan?

4 comentarios:

viky frias dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
viky frias dijo...

Juana viajaba por España
y al muerto se lo llevaban
en andas.
Otras viajan con un muerto a su lado,
y encima tienen que arrastrarlo.

mcarmen dijo...

Todo lo que es verdadero permanece, y el amor es mas fuerte que la muerte...solamente cuando el amor muere, la separación es irreversible. Juana,la loca de amor debió entenderlo..todo, incluso la locura, antes que perder el amor, ausente pero presente toda la vida. Es muy misterioso el amor, pero es lo único núnca muere si es verdadero.
Bueno, se me ve el plumero fastuoso de mis pedazos de corazón.
Que suerte teneros de amigas,escribis vuestro pensamiento tan bien, q los demás decimos: eso es, pero no sabía decirlo

viky frias dijo...

La muerte,
segadora inconsciente,
se lleva indiscriminadamente
lo más sublime y lo más repelente:
ancianos y adolescentes,
estúpidos e inteligentes,
descreídos y creyentes…
Y qué deprisa se mueve,
qué desconcierto nos deja,
qué tristeza.
Frente a ella, Carpe diem
es la única moraleja.