miércoles, 29 de julio de 2009

NOCHE ESTRELLADA


E. Burne-Jones
.
..
Amor de sueños locos,
amor de pasiones efímeras,
gracias por no venir,
por escucharme tantas veces,
por no llegar a nada.
En aquel abrazo
pierna-mano
te ofrecí todo mi
amor. Sé que debiste
sentirlo.
Lo sabías ¿verdad?
Y sin embargo me
seguiste escuchando,
recibiéndome una
y otra vez.
Hasta que por fin
llegó el día
y con aquella confesión
de lo más tonto y absurdo
que se pueda pensar:
la despedida.
¡Oh, amor! Quería que tú
lo supieras… y fue tan ridículo.
Pero cómo, ¿cómo expresar algo así?,
¿cómo compartir lo que siento?


M. Godúver

1 comentario:

viky frias dijo...

En otros tiempos
los amores locos
iban al psiquiatra,
que nunca los curaba,
pero a veces los adoptaba.
Hoy día van sueltos
y generalmente nos atropellan.
Hay que agradecerles
que no se acerquen
ni nos retengan
entre sus redes.
Los amores locos
son malos de controlar
a cualquier edad;
Llegan, nos arrebatan la libertad
Y después, se van.