lunes, 10 de agosto de 2009

EL ALMA DE BÉCQUER


Sonido extraño
el de ese violín,
suena hueco
sin su dueño.
Es un sonido raro:
a plañir.
Antes, cuando
tristemente se oía
su auténtica
melodía
las almas jóvenes
podían apreciar
su verdad;
conseguir su
riqueza espiritual,
sentir y comunicar
aquello que
deseamos alcanzar.

M. Godúver

2 comentarios:

viky frias dijo...

La caja del violín
es buena
como alacena
para guardar
almas sueltas.
Allí el ánimo se calma
con las notas musicales
y no extraña
la forma humana,
ya que el violín es un cuerpo
que tiene cintura y cuello
y cuerdas donde pulsar
para evocar sentimientos.
Tan sólo al violín le falta
un poco más de cabeza
pero, según la experiencia,
no hay problema:
se funciona igual
sin esa pieza.

Cons dijo...

Hola Mercedes soy Cons.