miércoles, 30 de septiembre de 2009

DORADA LUZ OTOÑAL

A. Skinner C.

En un instante plácido
de la tarde, casi pura,
la luz invade la estancia
a través de la ventana
y permite la lectura
del libro en su mano.
Desde otro ángulo…
la pienso de vez en cuando
y siento como en un arrebato
las vivencias de antaño.
Lo más hermoso sigue intacto,
permanece en silencio, velado.


M. Godúver


2 comentarios:

viky frias dijo...

Lecturas sublimes
que evocan amores,
amores vivos
porque están escritos.
Los dorados árboles
velan el paisaje humano:
casas, animales,
niñas jugando…

Cons dijo...

Muy bonito tu poema y muy cinematográfico