viernes, 30 de octubre de 2009

EN EL AGUA




Me lanzó una propuesta muy lasciva…
¡qué pena que no fuera buena hora!
Lo daría todo por la tal señora,
aunque la pensé más que prohibitiva.

Tiene una mente supercreativa,
curiosa, rica e investigadora;
es la sin igual como informadora
y provoca bien esa expectativa.

Cual mariposa es cuando se posa
y me sentí amarrada, sin estola.
Me entretuvo con su piel pecosa.

Desapareció un día, me quedé sola
con las espinas, igual que una rosa.
¿Qué voy a hacer yo sin ti, pochola?



M. Godúver

1 comentario:

viky frias dijo...

Rosa con espinas
y sin la divina,
¡qué desolación!
Consejo de amiga:
si ella se marchó
otra llegará
que se dejará amar,
ya que el amor
reside en el interior
y se reproduce
como el ave Fénix
sin interrupción.