sábado, 24 de octubre de 2009

OTOÑO



Caminaba cerca de mi casa
y me ha caído en la cabeza
una enorme castaña,
es del árbol de indias,
así es como lo llaman.
Me ha dejado sorprendida
al comprobar que rebotaba,
sonaba como a madera…
¡qué dolor!, ¡qué pena!
Después de tanto pensar
tal hecho circunstancial
me ha venido a confirmar
que esa es la materia.



M. Godúver

2 comentarios:

viky frias dijo...

Si tu cabeza es de madera
ya puedes darte por contenta;
los hay que la tienen llena
de serrín, de trapos y de otras prendas.
Por eso al pensar se desprenden virutas
de esas cabezas aparentemente astutas,
con las neuronas tan justas
que no dan ni para una idea lúcida.

Cons dijo...

Pues cuentan que si guardas una castaña de indias en el bolso tendrás mucho más dinero... Si encima guardamos la que nos cae en la cabeza supongo que será más garantía de que es verdad... ¿¿¿???