lunes, 23 de noviembre de 2009

PENDIENTE DE UN HILO



Son tantas las ansias,
se acrecientan las ganas
y entre tanta miseria
me quedo perpleja.
Las promesas
son las promesas
y me vi de espaldas
hacia la escalera.
La incertidumbre
no me deja en paz
y en la discrepancia
me permito pensar.


M. Godúver

1 comentario:

viky frias dijo...

De la miseria
los ricos se alimentan;
ellos comen
lo que roban a los pobres,
por eso les interesa
que haya mucha pobreza.
Ya lo dice Cons:
mascotas somos
de algunos monstruos
que nos ordenan expoliar,
agredir, e incluso matar
a otros humanos,
como si fuera lo más normal.
Obedecemos sin rechistar
a esos invisibles amos.