domingo, 7 de febrero de 2010

EL TRANSCURRIR DEL TIEMPO




Cuando la situación
me sobrecoge al ver
al bebé llorar de dolor
no sé qué puedo hacer.
De niña corría alegre
cuando jugaba
por el pueblo,
no recuerdo a qué,
hace ya tanto tiempo.
Mi adolescencia
fue estupenda
porque me aficioné
a la lectura
y el placer
que experimenté
todavía perdura.
Viví una juventud
llena de dudas
pues era muy
difícil saber
qué acontecería después.
La madurez se
marcha tan rápida
por lo mucho que me pasa
que voy a llegar a la vejez
en el próximo traspiés.

Una mirada atrás
y vuelta a empezar.


M. Godúver

1 comentario:

viky frias dijo...

Somos todas en una:
vieja, bebé,
adolescente y madura.
El tiempo no es lineal,
porque en el recuerdo viven
muchos momentos pasados
y de la vida futura.
El tiempo es una espiral
que da vueltas sin descanso
siguiendo la curvatura,
y llega a un punto final.