He paseado por el jardín
de La colina de los chopos,
he visto una exposición
y he recordado un poco
aquella primera vez
que subí acompañada
por aquel entrañable amigo
que me mostraba
sus lugares favoritos.
Cuando me contaba
sus ‘batallas’ la cara
se le iluminaba
y, siempre lloraba,
cuando algo de la guerra
impuesta relataba.
M. Godúver
de La colina de los chopos,
he visto una exposición
y he recordado un poco
aquella primera vez
que subí acompañada
por aquel entrañable amigo
que me mostraba
sus lugares favoritos.
Cuando me contaba
sus ‘batallas’ la cara
se le iluminaba
y, siempre lloraba,
cuando algo de la guerra
impuesta relataba.
M. Godúver
2 comentarios:
Tener maestro y amigo,
todo reunido,
¡qué gran suerte!
Pero si se pierde,
qué gran dolor.
Ese amigo tuyo
mi profesor fue,
valorarle no supe
porque yo pequeña era
y el latín me torturaba
como cadena amontonada.
Me alegro de haberte encontrado
y gracias a tus recuerdos
haber logrado dentro de mi,
separar al latín
de la persona sensible
que dentro del profesor
entonces no ví
y me alegro que con tu empeño
y generosidad
le supieras dar
el respeto y la amistad
que nos conduce a la libertad.
Thalit
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