miércoles, 24 de marzo de 2010

SE ESPERA EN MADRID



Algunas maestras
me gustaría
que nunca desaparecieran.
Tengo la suerte
de disfrutar
con varias porque viven cerca
y cada vez que quedo con ellas
se me llena de sonrisas
el corazón y la cabeza.
A muchas otras las leo
gracias a sus escritos y las siento
próximas, aunque no las veo.
¿Llegará un tiempo
en el que sus ideas
se extiendan por la tierra,
se lleven a la práctica
y cambiemos
las maneras de relacionarnos
los llamados humanos?


M. Godúver

1 comentario:

viky frias dijo...

Yo creo que nuestras maestras
nunca desaparecerán
porque su obra será inmortal;
mientras quede una feminista,
dará vida en su pensamiento
a Simone, Virginia, Hanna,
Celia, Montserrat, Amelia…
y a todas las que nos mostraron
caminos para conquistar dignidades y libertades.
Incluso otras con menos renombre
pero igualmente importantes,
amigas nuestras cercanas,
también vivirán por siempre.