sábado, 1 de mayo de 2010

UN DÍA DE LA MADRE


¡Cómo cambian las esperas!
Antes se nos hacían largas
después las vivimos rápidas.
Estábamos en la cocina
hablando sobre la vida
y algo así me pareció
que decía la madre,
entonces no lo entendí.
La hija ha tenido que sentir
el hambre, la necesidad
de un tiempo que se nos va.


M. Godúver

1 comentario:

viky frias dijo...

El tiempo se acorta
a medida que pasa la vida,
como las curvas de la espiral
cuando se acercan al centro.
Ahora la madre soy yo
y las hijas bailan descuidadas
por las avenidas largas del exterior.