sábado, 26 de junio de 2010

MÁS AÑORANZA



En una mañana radiante
aparece vestida de blanco.
Sin embargo,
una tristeza profunda
me sobrecoge al instante.
Recuerdos: cuando viajaba
de niña, miraba las nubes
y jugaba con ellas,
se formaban mil figuras
diferentes con las que soñaba.
Hoy, la ilusión de entonces
ha bajado a mi morada
y me he dado cuenta
que se sitúa muy lejos…
como aquello de la infancia
ahora es mi añoranza.


M. Godúver

1 comentario:

viky frias dijo...

Si hubiera un museo de nubes
sería un museo de instantáneas,
ya que las nubes se acaban deshaciendo
como el pasado, dejando sólo
una insignificante gotita de agua
o un soplo de viento, o nada.