sábado, 30 de abril de 2011

LA ESCUELA DE MI INFANCIA

En aquella escuela
aprendí las primeras letras
y algunas cuentas.
Luego me enseñaron
las cuatro reglas
y practicábamos
ejercicios de lectura
junto a una estufa.
Los jueves por la tarde
tocaba limpieza
y barríamos el espacio
donde nos instruíamos.
Encontré un tesoro
en un cajón: una diminuta
diapositiva que me descubrió
a un maestro de la pintura.
La dejé guardada
donde estaba,
recordé el cuadro
durante muchos años...
luego volví a verlo,
era el original
y estaba en un museo.
¡Años de despertar
a la vida para soñar!


Un albatros

1 comentario:

viky frias dijo...

¡La pobre escuela de aquella época
donde echamos las bases del saber
que hoy disfrutamos!
Las maestras nos alumbraron la vida
al enseñarnos la letras,
fueron las únicas luces
en esa oscura miseria
-material, moral, y espiritual-
que nos legó la posguerra.