martes, 3 de mayo de 2011

EN EL PUPITRE

En otra escuela me sentaba
en el centro de una clase
con muchas niñas
y una maestra,
nos mandaba hacer deberes,
las redacciones me gustaban
porque podía imaginar
relatos que me permitían soñar.
Luego fui a un instituto
y desde distintos pupitres
contemplé el mundo.
Pasé por varias etapas,
todas ellas me dejaron huella:
conocí a mis viejas amigas,
a profesores inolvidables.
Degusté el placer de la lectura,
la elegí como si fuera
una compañera…
me acompaña muchas horas.


Un albatros

1 comentario:

viky frias dijo...

Visto desde un pupitre, el mundo exterior
es una vasta llanura poblada de sueños
por la que se transita sin pudor,
mientras la maestra explica un programa pasado de moda
que impone el ministerio de educación.