sábado, 7 de mayo de 2011

EN LA TERRAZA

Me faltaba tiempo
para salir corriendo
a pasear por la terraza
(después de haber leído
a: Unamuno, Machado,
Hernández, Cervantes,
Platón, Aristóteles,
Marx, Bakunin)
debía tener unos
cinco metros de largo
y la recorría
de un lado a otro,
de vez en cuando
miraba a una plaza,
luego meditaba.

Mi familia estaba
ahí, cerca de mí.
Yo andaba escondida
siempre que podía,
pero era consciente
del calor del nido,
mis padres y hermanos
permanecían conmigo.



Un albatros

1 comentario:

viky frias dijo...

Aquí se da una contraposición de verbos:
sales a la terraza para estar dentro de ti
entras al domicilio para salir del sueño.
Cuando eres niña
dejas un hilo atado al nido;
vuelas emborrachada de libros
y aún crees que la familia
logrará defenderte de peligros.