jueves, 15 de diciembre de 2011

NAVIDADES II



Cuando llega por la mañana

huele a volúmenes almacenados,

algunos tienen muchos años,

esperan en el silencio de sus páginas

deslucidas que alguien les dirija

la mirada para volver a la vida.

Una tenue luz a lo lejos

se cuela por la puerta trasera

e ilumina una de las vitrinas,

en la sección de infantil cuelga

una muñeca con un sombrero,

está sentada y algo torcida.

Pasa las horas frente a una pantalla

a través de la cual se gestionan

los pedidos, las altas y bajas,

las cuentas que el negocio genera.

Una llamada la saca de la rutina

de ordenar y ordenar estanterías

con todo tipo de materias:

arte, deportes, historia, filosofía,

literatura, medicina, política…

¡libros viejos para un año nuevo!



M. Godúver


2 comentarios:

viky frias dijo...

Los libros cobran nueva vida
en los ojos de los lectores.
Leer es entonces como un parto:
dar a luz, otra vez,
libros abandonados.
Las libreras
hacen de enfermeras;
ellas limpian, curan,
ordenan, clasifican,
y ponen mucho cuidado
en entregar cada hijo
al padre o madre adecuados.
Hermosa profesión, sin ellas,
los libros y sus lectores andaríamos perdidos por los anaqueles,
llenos de polvo y desorden alfabético.

Constanza Rúa dijo...

¡¡¡Qué foto tan bonita!!!
yo de pequeñita
siempre soñé
una librería tener,
no para vender
si no para mucho leer.

Besos