domingo, 12 de febrero de 2012

SEMBLANZA VII



Le gustaba la lectura

y no le interesaba la costura,

se lo podía permitir y dedicó

parte de su tiempo a escribir

novelas, cuentos, ensayos,

libros de viajes; es tanta su producción

que su estudio nos llevaría años

para poderla discernir.

No le abrieron las puertas

de la Real Academia,

sí la enmarcaron en la galería

entre otros ateneístas.

Nos legó: La tribuna,

Los pazos de Ulloa,

Un viaje de novios,

Los cuentos de Marineda,

la revista El nuevo teatro crítico

-conocía bien al padre Feijoo-

e incluso una intrigante

novela corta, La gota de sangre.


M. Godúver




1 comentario:

viky frias dijo...

Da gusto tener unos padres complacientes
que se ocupen del dinero y la intendencia,
así cualquiera se puede ir a Madrid
o a recorrer Europa y aprender nuevas técnicas.
Sin quitar importancia a doña Emilia,
inteligente, abierta, amiga de la buena vida,
rápida para captar cosas al vuelo
y plasmarlas en novelas, ensayos y revistas.
Su interés por educar a las mujeres
nos lleva a concluir que es feminista.
Tuvo amantes egregios,
a pesar de ser bajita y algo sobrada de peso;
de su infidelidad a Pérez Galdós
procede su novela “Insolación”.