Llegaban en
fila todas juntas
desde cualquier
parte
y se asomaban
al borde
de la montaña:
una,
que las demás
la seguían.
Volvieron al
lugar de origen.
Después
trazaron
un círculo
enlazadas
como siempre
pero esta vez
era para
dialogar,
mas nunca se
supo
qué fue lo que
acordaron.
Cabizbajas se
acercaron
a un río
y se adentraron
en él.
Algunas se
sumergieron
hacia el fondo
y otras
salieron
volando
por los aires.
1 comentario:
Gregarias, como los humanos,
fáciles de pisar,
seguidoras de cualquiera
que se ponga en cabeza;
transportan más carga de la que pueden soportar,
y ahí siguen, girando en torno
a su pequeña montaña de tierra.
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