viernes, 4 de enero de 2013

"MUJERES BAJO SOSPECHA", EXPOSICIÓN EN EL ATENEO DE MADRID

                                            "Las modernas"
                                                       


https://www.youtube.com/watch?v=XLfREPV33s8


Del 11 de enero al 10 de febrero de 2013 en la Sala Prado 19. Horarios: De martes a viernes de 17.00 a 20.30 horas. Sábados de 11.00 a 15.00 y de 17.00 a 21.00 horas. Domingos de 11.00 a 15.00 horas. Exposición comisariada por Raquel Osborne y María Rosón.
La sexualidad de las mujeres entre 1930 y 1980 es el tema que guía esta exposición. A través de los objetos y documentos que estuvieron cerca de la vida de las personas, se marca un recorrido temático y no lineal entre lo íntimo y lo público, lo popular y las élites, lo anónimo y los personajes con nombre y apellidos. Un mosaico inacabado con unas protagonistas, las mujeres puestas bajo sospecha durante la dictadura franquista, que a pesar de estar duramente reprimidas o aburridamente conformadas, en ocasiones encontraron espacios en los que expresarse con voz propia. Cartel. Imágenes.
En la dictadura franquista se exigió a las mujeres un exceso de virtud, encarnar un modelo de decencia y castidad que “limpiara” la “degradación moral” republicana. Durante este periodo se alcanzaron aspiraciones de emancipación fundamentales: el acceso a la educación, al trabajo, al voto o al divorcio. Las mujeres empezaron a destilar modernidad.
Catalogadas como individuas de dudosa moral, su acceso a la ciudadanía fue castigado ejemplarmente durante la dictadura a través de cárcel, violencia, exilio, silencio o uniformidad. Monjas y falangistas de la Sección Femenina trataron de domesticar a las mujeres para ajustarlas al modelo de madres y esposas sacrificadas. Sus armas, el nacionalcatolicismo y la férrea disciplina impuesta en los cuerpos. La publicidad, la moda o el espectáculo se encaminaron a la construcción de mujeres decentes.
No siempre se consiguió y por los intersticios de una cultura pretendidamente monolítica surgieron ideas imprevistas y reinterpretaciones imaginativas: algunas disidentes sexuales crearon espacios de libertad. Al final de la dictadura y con la transición democrática emergieron corrientes feministas y de libertad sexual. Política y sexo en femenino se empezaban a manifestar públicamente y con voz propia.
Organiza
Universidad Nacional de Educación a Distancia
Financia
Ministerio de Presidencia
Colabora
Ateneo de Madrid


MUJERES BAJO SOSPECHA. MEMORIA Y SEXUALIDAD (1930 ...

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Jan 21, 2013 – La exposición “Mujeres bajo sospecha.... IUC califica el nuevo plan de Guaguas de Las Palmas como "insuficiente" y "excluyente" · Santurzy ...

Álbum en El País sobre la exposición. Podrás descubrir algunas de las piezas de la exposición.http://cultura.elpais.com/cultura/2013/01/11/album/1357926313_645755.html#1357926313_645755_1357927947





La sexualidad (in)visible

Una muestra rastrea el adoctrinamiento y la represión femenina durante el franquismo


Una imagen de una prostituta y un vecino del Raval. / JOAN COLOM
Una pareja recién casada mira con gesto serio a la cámara. La foto es de 1901. En el acta matrimonial constan como Mario y Marcela, pero en realidad Mario es Elisa. Es probablemente uno de los primeros matrimonios homosexuales documentados en España y el engaño permitió pasar por el altar. Su historia forma parte de la exposición Mujeres bajo sospecha: Memoria y sexualidad. La muestra repasa la sexualidad femenina en la España del siglo XX. Desde las modernas que en los años 30 se cortaban el pelo como los chicos, hasta el destape y el feminismo de los 70.
“Durante el franquismo no se hablaba de las lesbianas, eran invisibles. Sin embargo hubo leyes específicas de represión. De ahí la importancia del disimulo”, destaca Raquel Osborne, una de las comisarias de la exhibición. La ocultación dificultó la recolecta de datos y las investigadoras tuvieron que ir más allá de documentos oficiales para descubrir el rastro que dejaron las mujeres que retaron a las convenciones. Testimonios, fotografías y ropa ayudan a retratar a las “duramente reprimidas y aburridamente conformadas”. Los objetos recomponen un relato que en gran medida permanecía en la oscuridad.
La exposición reúne las notas que se escribían las niñas en un colegio religioso, revistas femeninas y testimonios orales. “Mantén la pureza este verano”, le escribía una colegiala a otra en el reverso de una estampita. También se reconstruyen los códigos a los que recurrían las homosexuales de Barcelona. “Librera’ significaba ‘lesbiana‘ y ‘tebeo’, era una jovencita”, explica Osborne.
Durante el franquismo el cuerpo de la mujer era algo prohibido”, señala la comisaria. De ahí el uso del pololo, los pantalones abombados que cerraron la polémica del deporte entre Iglesia y Falange. “Para la Sección Femenina el culto al cuerpo era muy importante pero las monjas no querían que se marcaran las formas”. La solución fue este pantalón abombado de dudosa comodidad para hacer estiramientos.
La muestra insiste en los contrastes. Dos juegos de la oca, uno con imágenes religiosas y otro con dibujos eróticos. Un cilicio frente a un libro de artes amatorias. También historias personales: la de la escritora feminista Carlota O'Neill, viuda de un militar republicano que pasó cuatro años en prisión, frente a la de Josefina Vilaseca, niña que murió por las heridas de una violación frustrada. La Iglesia la usó como ejemplo de castidad. “Era un ejemplo: antes morir que pecar”, explica la comisaria María Rosón.
Mujeres bajo sospecha. Ateneo de Madrid. Hasta el 10 de febrero. Gratis.


EL PAÍS

La sexualidad (in)visible

Una muestra rastrea el adoctrinamiento y la represión femenina durante el franquismo


IMAGEN:   Una imagen de una prostituta y un vecino del Raval. / JOAN COLOM

Una pareja recién casada mira con gesto serio a la cámara. La foto es de 1901. En el acta matrimonial constan como Mario y Marcela, pero en realidad Mario es Elisa. Es probablemente uno de los primeros matrimonios homosexuales documentados en España y el engaño permitió pasar por el altar. Su historia forma parte de la exposición Mujeres bajo sospecha: Memoria y sexualidad. La muestra repasa la sexualidad femenina en la España del siglo XX. Desde las modernas que en los años 30 se cortaban el pelo como los chicos, hasta el destape y el feminismo de los 70.
“Durante el franquismo no se hablaba de las lesbianas, eran invisibles. Sin embargo hubo leyes específicas de represión. De ahí la importancia del disimulo”, destaca Raquel Osborne, una de las comisarias de la exhibición. La ocultación dificultó la recolecta de datos y las investigadoras tuvieron que ir más allá de documentos oficiales para descubrir el rastro que dejaron las mujeres que retaron a las convenciones. Testimonios, fotografías y ropa ayudan a retratar a las “duramente reprimidas y aburridamente conformadas”. Los objetos recomponen un relato que en gran medida permanecía en la oscuridad.
La exposición reúne las notas que se escribían las niñas en un colegio religioso, revistas femeninas y testimonios orales. “Mantén la pureza este verano”, le escribía una colegiala a otra en el reverso de una estampita. También se reconstruyen los códigos a los que recurrían las homosexuales de Barcelona. “Librera’ significaba ‘lesbiana‘ y ‘tebeo’, era una jovencita”, explica Osborne.
Durante el franquismo el cuerpo de la mujer era algo prohibido”, señala la comisaria. De ahí el uso del pololo, los pantalones abombados que cerraron la polémica del deporte entre Iglesia y Falange. “Para la Sección Femenina el culto al cuerpo era muy importante pero las monjas no querían que se marcaran las formas”. La solución fue este pantalón abombado de dudosa comodidad para hacer estiramientos.
La muestra insiste en los contrastes. Dos juegos de la oca, uno con imágenes religiosas y otro con dibujos eróticos. Un cilicio frente a un libro de artes amatorias. También historias personales: la de la escritora feminista Carlota O'Neill, viuda de un militar republicano que pasó cuatro años en prisión, frente a la de Josefina Vilaseca, niña que murió por las heridas de una violación frustrada. La Iglesia la usó como ejemplo de castidad. “Era un ejemplo: antes morir que pecar”, explica la comisaria María Rosón.
Mujeres bajo sospecha. Ateneo de Madrid. Hasta el 10 de febrero. Gratis.






Rojasenfermas y pecadoras

Publico.es-Jan 12, 2013
La exposición 'Mujeres bajo sospecha. Memoria y sexualidad' analiza el papel de la mujer desde la II República hasta la Transición prestando ...







Cuarto Mundo - « Mujeres Bajo Sospecha . Memoria y ... - RTVE.es

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16 de enero 2013 - La Exposición Mujeres Bajo Sospecha (Memoria y sexualidad 1930-1980), está ... Escuchar audio Cuarto Mundo - « Mujeres Bajo Sospecha .



¿Sabéis que en la exposición os podéis encontrar un fabuloso cuadro de Maruja Mallo? 
La artista Maruja Mallo, su compañera de estudios Margarita Manso y la poeta, 
campeona de natación y gimnasta, Concha Méndez, fueron amigas y compañeras 
de correrías en los años veinte y treinta del pasado siglo. 
Pioneras en la utilización del bikini, la práctica del deporte, el baile del charlestón, 
también comenzaron a lucir por las calles de Madrid su cortas melenas sin sombrero. 
Esta práctica ―posiblemente importada por Margarita Nelken desde Inglaterra― 
se conoció como sinsombrerismo y constituyó una potente transgresión de 
las normas del decoro, abriendo un camino, que “junto a la batalla por el pelo corto”, 
permitió a muchas mujeres hacer de su aspecto e indumentaria un signo de 
libertad y modernidad.