La mañana va dejando
atrás la noche,
las señales no me dicen nada
o ya no sé interpretarlas.
La alegría de la primavera
se cuela
hasta lo más hondo.
Respiro lento y sonrío
a las flores y a los pocos
transeúntes con los
que me cruzo.
Y miro a lo lejos
para sentir cerca
lo que ya no tengo.
M. Godúver