domingo, 28 de mayo de 2017

VINO A VERME




Topi llegó el sábado
para quedarse.
Sus alas no volaban
no pudo seguir a esa
bandada de su especie
que vino dos veces a recogerlo.
El calor lo agotó.
Duerme bajo uno de los rosales
del patio,
el que más aroma desprende.


1 comentario:

viky frias dijo...

El inquilino del jardín
con las alas heridas
espera que las rosas
le presten unas de repuesto.