martes, 29 de noviembre de 2011

EN UN PARQUE

S. Dalí







Ella seguía el rastro de una fila
de hormigas que se dirigían
con cierta prisa al hormiguero,
las veía moverse de manera
sinuosa para salvar algún
obstáculo y no dejaban de perseguirse
una a otra, como si estuvieran adheridas
por una sutil fibra de pertenencia
a la especie.
Portaban grandes trozos de todo tipo
para ponerlos a buen recaudo.

Cuando ella se puso de pie aquella fina
línea en la tierra se había distanciado
tanto que a duras penas la distinguía.
Cayó una ramita de un árbol
junto a aquellos animalitos laboriosos
y se dispersaron en movimientos nerviosos,
luego volvieron a formar
la hilera de hormigas en ese camino
color arcilla veteado de ocres, blancos,
marrones y algún verde descolorido.

Después, a ella, unas gotas de lluvia
le mojaron levemente las manos, el rostro,
y pensó que tenía que ponerse a resguardo.
No pudo caminar, la habían inmovilizado.



M. Godúver




miércoles, 16 de noviembre de 2011

SEMBLANZA II


El viaje en los brazos
de su padre en los primeros
años de vida
la marcó para siempre,
aquel recuerdo la acompañó.
Después, junto algún primo
y su adorada hermana
cuando podía volaba;
transitó por la mística
y por la filosofía.
Su primera etapa en Madrid
no fue muy larga porque una guerra
cortante y fría la convirtió en exiliada
durante mucho tiempo.
Pasó el exilio en México,
Cuba, Italia, Suiza…
finalmente regresó a España.
Sus escritos nos hablan
de la gente, de ella,
de la vida y sus miserias,
también de la alegría
y de las irrenunciables utopías.
Nos introduce en los claros del bosque,
nos cuenta de Europa y su agonía.
En un sueño creador ve
un posible horizonte,
una aurora en lo divino del hombre.
En fin, un mundo diferente
con la piedad como referente.



M. Godúver



jueves, 10 de noviembre de 2011

SEMBLANZA


M. Martín Morgado




Salió de Andalucía
y de su patio familiar,
se marchó a Castilla
a vivir junto al río curvo
y al árbol vetusto.
Paseó con Leonor
y nos contó en poemas
los suspiros por Guiomar.
Nos legó lo escrito y nada se llevó.
Tuvo que soportar una guerra
y cruzó una frontera
que nunca más volvería a pasar.

Soñó con un caballito de cartón
y, entre sueño y sueño, la muerte se lo llevó…
quién sabe si dormirá.



M. Godúver

martes, 1 de noviembre de 2011

TRADICIONES... Y MODAS





Se despierta un día soleado
para visitar el camposanto.
No desprenden frío los mármoles,
no hay sombras fantasmales.
He podido ver, eso sí,
a gente en un ir y venir,
he comprobado de nuevo
que cuidamos a los muertos:
desde los más primitivos
pasando por Egipto
y hasta ahora mismo.
Recuerdo aquellos faroles
en el camino al cementerio
de mis primeros inviernos.
¡Ahora se llevan flores!



M. Godúver