jueves, 29 de diciembre de 2011

ENERO DE NUEVO





Buscaré tu sonrisa
en las tardes pálidas
y en los jueves de invierno
por si llegaras al alba.
Quizá, en uno de los doce meses,
deje de sentir la escarcha
y en una noche serena
hablen nuestras miradas.


M. Godúver

lunes, 19 de diciembre de 2011

NAVIDADES IV: SOBRE LOS TRABAJOS Y LA VIDA






No es un placer vender libros,

los libros son para leer,

para que se cuiden en las bibliotecas

y sean de provecho

para quien le interesan.

Estamos tantos y está todo

tan mal repartido

que nos hemos ido inventando

oficios de muchos tipos

y algunos tienen poco sentido.

Venimos al mundo cargados

de materia y para seguir vivos

precisamos alimentarnos,

vestirnos; estamos tan necesitados

que para existir tenemos

que rellenarnos de vez en cuando.

Hay oficios por vocación,

otros por satisfacción,

pero la mayoría son por obligación:

por aquello de que la necesidad

obliga a bregar quieras o no.

Hoy nos hacen creer que el trabajo

es un privilegio, cuando el privilegio

se caracteriza por ser de pocos.

El trabajo de casi todos

es algo así como un castigo que hay cumplirlo,

el precio que pagamos por seguir vivos.

Me pongo a pensar en lo que padecerán los padres

que tengan que sacar a muchos adelante.

Y qué decir de las necesidades intelectuales.

Si algún día todos trabajáramos por vocación

o por satisfacción sería un placer,

no nos dividirían entre los que vigilan,

los que castigan... los que desobedecen al poder.

A veces te hacen pensar si ser defraudador

es una profesión,

porque un día me dijo un policía:

-Señora, se dedica a robar, él gana más que usted

al final de mes.

Seguimos en una lucha continua, en una guerra

que sólo a algunos le interesa

para sentirse los dueños de esta tierra.




M. Godúver



jueves, 15 de diciembre de 2011

NAVIDADES II



Cuando llega por la mañana

huele a volúmenes almacenados,

algunos tienen muchos años,

esperan en el silencio de sus páginas

deslucidas que alguien les dirija

la mirada para volver a la vida.

Una tenue luz a lo lejos

se cuela por la puerta trasera

e ilumina una de las vitrinas,

en la sección de infantil cuelga

una muñeca con un sombrero,

está sentada y algo torcida.

Pasa las horas frente a una pantalla

a través de la cual se gestionan

los pedidos, las altas y bajas,

las cuentas que el negocio genera.

Una llamada la saca de la rutina

de ordenar y ordenar estanterías

con todo tipo de materias:

arte, deportes, historia, filosofía,

literatura, medicina, política…

¡libros viejos para un año nuevo!



M. Godúver


jueves, 8 de diciembre de 2011

DESPERTAR DE UN SUEÑO

Vincent Van Gogh



Regresó a aquellos lugares
de la infancia, disfrutó
con calma paseando por caminos
poblados de margaritas y amapolas.

Ya no espera su llamada,
ya no mira los correos.
Dirige la vista al cielo,
ve cientos de estrellas,
la luna encima de su cabeza.

Sonrió al recordar aquella etapa,
aquellos fantásticos sueños
que la mantuvieron despierta.



M. Godúver








martes, 29 de noviembre de 2011

EN UN PARQUE

S. Dalí







Ella seguía el rastro de una fila
de hormigas que se dirigían
con cierta prisa al hormiguero,
las veía moverse de manera
sinuosa para salvar algún
obstáculo y no dejaban de perseguirse
una a otra, como si estuvieran adheridas
por una sutil fibra de pertenencia
a la especie.
Portaban grandes trozos de todo tipo
para ponerlos a buen recaudo.

Cuando ella se puso de pie aquella fina
línea en la tierra se había distanciado
tanto que a duras penas la distinguía.
Cayó una ramita de un árbol
junto a aquellos animalitos laboriosos
y se dispersaron en movimientos nerviosos,
luego volvieron a formar
la hilera de hormigas en ese camino
color arcilla veteado de ocres, blancos,
marrones y algún verde descolorido.

Después, a ella, unas gotas de lluvia
le mojaron levemente las manos, el rostro,
y pensó que tenía que ponerse a resguardo.
No pudo caminar, la habían inmovilizado.



M. Godúver




miércoles, 16 de noviembre de 2011

SEMBLANZA II


El viaje en los brazos
de su padre en los primeros
años de vida
la marcó para siempre,
aquel recuerdo la acompañó.
Después, junto algún primo
y su adorada hermana
cuando podía volaba;
transitó por la mística
y por la filosofía.
Su primera etapa en Madrid
no fue muy larga porque una guerra
cortante y fría la convirtió en exiliada
durante mucho tiempo.
Pasó el exilio en México,
Cuba, Italia, Suiza…
finalmente regresó a España.
Sus escritos nos hablan
de la gente, de ella,
de la vida y sus miserias,
también de la alegría
y de las irrenunciables utopías.
Nos introduce en los claros del bosque,
nos cuenta de Europa y su agonía.
En un sueño creador ve
un posible horizonte,
una aurora en lo divino del hombre.
En fin, un mundo diferente
con la piedad como referente.



M. Godúver



jueves, 10 de noviembre de 2011

SEMBLANZA


M. Martín Morgado




Salió de Andalucía
y de su patio familiar,
se marchó a Castilla
a vivir junto al río curvo
y al árbol vetusto.
Paseó con Leonor
y nos contó en poemas
los suspiros por Guiomar.
Nos legó lo escrito y nada se llevó.
Tuvo que soportar una guerra
y cruzó una frontera
que nunca más volvería a pasar.

Soñó con un caballito de cartón
y, entre sueño y sueño, la muerte se lo llevó…
quién sabe si dormirá.



M. Godúver

martes, 1 de noviembre de 2011

TRADICIONES... Y MODAS





Se despierta un día soleado
para visitar el camposanto.
No desprenden frío los mármoles,
no hay sombras fantasmales.
He podido ver, eso sí,
a gente en un ir y venir,
he comprobado de nuevo
que cuidamos a los muertos:
desde los más primitivos
pasando por Egipto
y hasta ahora mismo.
Recuerdo aquellos faroles
en el camino al cementerio
de mis primeros inviernos.
¡Ahora se llevan flores!



M. Godúver

martes, 18 de octubre de 2011

DESVELOS




Vista de Toledo







Escarpados caminos
me tiran de bruces
contra el suelo.
Me levanto, una y otra vez,
aunque me quede sin aliento
seguiré emitiendo suspiros al viento.
Caigo de nuevo tras la fatiga y el miedo,
pero se yergue el cuerpo
y mira a lo lejos,
me ayuda a continuar
más allá de las amenazas,
del sinsentido, de los desvelos.



M. Godúver

jueves, 6 de octubre de 2011

NOS CRUZAMOS

Monet






Apareció en el momento oportuno,
me iba y llegaba.
¡Qué hermosa coincidencia
poder sentirla tan cerca!
Siempre ella y sus prisas,
fueron escasos segundos
los que disfruté de su carita.
Después caminé hasta casa
casi turbada, alelada.
¿Cuánto tiempo pasará
sin volver a encontrarla?
Sonreía y miraba,
yo la comprendía,
entre palabra y palabra
sentía cuánto la amaba.



M. Godúver



domingo, 25 de septiembre de 2011

100 MIL POETAS...













Asisto a una lectura de poesía,
compruebo que expresan
los problemas que se respiran.
Leen lo escrito con la pluma
en la soledad de sus estancias
y se manifiestan en grupo
elevando la voz ante el mundo.
Poetas reunidos en distintos
puntos de esta diminuta tierra
porque no están de acuerdo
con el montaje de los poderosos
que, sin quererlos, nos gobiernan;
con tantas injusticias
vividas día a día
a las que no les plantamos cara
porque seguimos adelante
y les damos la espalda.
Me siento una pequeña
lágrima en el océano de miserias
que asolan el planeta,
me considero un insignificante
granito de arena.
Quizá en algún momento
me anime y salga a la palestra
con la voz en un susurro
de desesperación, de impotencia…
por si alguien me oyera.
Gracias por estar ahí, poetas.


M. Godúver











viernes, 23 de septiembre de 2011

HOJAS DE OTOÑO






Las hojas caen por todas partes
anunciando la estación,
no deben ser apreciadas
por los que limpian las calles
pero, quizás, son queridas
por almas enamoradas.
Nunca llueve a gusto
de todos, da igual que sean hojas,
agua o cualquier materia.
Se han desprendido de las ramas,
las hojas han decorado las aceras,
vuelven a la tierra.



M. Godúver

miércoles, 14 de septiembre de 2011

OTROS ONCE-ESE




El de los pobres, el de los humillados,
el de los asesinados…
y el de algunos enamorados.
Luego, se lo apropian algunos poderosos
para homenajes y condecoraciones.
Conozco más onces de septiembre
a través de algunas amigas
que lo vivieron en primera persona:
el de Chile con la muerte de Allende,
en el año setenta y tres,
una de mis amigas estaba allí
y lo recordará siempre.
Otra de mis amigas comenzó
una historia de amor
algún once de septiembre.
Once de septiembre de la muerte,
el odio y la lucha por el poder;
once de septiembre de la vida,
el amor, la dicha y la alegría.
Cada una rememora su once-ese.


M. Godúver

viernes, 9 de septiembre de 2011

OTRAS FÓRMULAS

Millet



Si la fórmula es matemática, cuantificable,
es muy fácil saber quién ostenta el poder.
Otras veces la combinación es calificable,
en ese caso es una desfachatez
mostrar poder sin saber.
Necesitamos pócimas mágicas,
y cócteles de felicidad
para conseguir otras maneras de vivir
que sean más justas y humanas,
que mezclen y combinen
un mucho de alegría
con un bastante de bondad y sabiduría.



M. Godúver



jueves, 1 de septiembre de 2011

UN TRANVÍA LLAMADO DESEO




Un calendario colgado en la pared mostraba una fecha, sería hacia la mitad del siglo xx. El editor Bordas encargó a Jean Cocteau unos dibujos para ilustrar la portada de un libro e incluir unas litografías en el interior. Estoy hablando de la obra de teatro Un tranvía llamado deseo de Tennessee Williams, traducida al francés por Paule de Beaumont, se publicó en París, en el año 1949.
Unos sesenta años después llega un ejemplar de esta tirada a una librería de viejo. La descripción física del libro podría ser la siguiente: encuadernado en holandesa con lomo de piel y nervios dorados, el encuadernador no ha conservado la cubierta, el propietario del libro escribió su firma en la portadilla y ha sido tachada con rotulador, el resto del libro se conserva en buen estado. También se podría añadir el número de páginas y el tamaño del mismo.
Un coleccionista nunca compraría este libro porque está mutilado. Pero vayamos al asunto que nos ocupa.
La historia del ejemplar sigue adelante.


Una librera lo compra para regalarlo a una amiga porque el libro le ha llevado a pensar en recuerdos de otro tiempo. Unos jóvenes habían formado un grupo de teatro llamado Desfase, la hoy librera hubiera podido actuar igual que sus amigas, pero se limitó a acompañarlas y nunca se preparó papel alguno, no se sabe bien si por pánico escénico o, quizás, porque estaba ensimismada en sus paseos, sus lecturas… y prefirió seguir a su aire.
En fin, la librera acaba de ver a una de aquellas jóvenes que sí fueron actrices y piensa que, su amiga, hubiera podido representar el papel de cualquiera de las protagonistas de esta obra teatral. Después empaqueta el libro y se lo envía a su domicilio en recuerdo de aquellos años, cuando estudiaban en el instituto.


M. Godúver








domingo, 21 de agosto de 2011

SU MIRADA






Tras un color que sube y baja
no encuentro su mirada,
se ha escondido en la muralla
de una tarde que se apaga.
Y vuelvo corriendo al alba
antes de que se derrita la escarcha
por si una huella me dejara
por allí donde pasara.
Con su carita de plata
la luna me llama y llama
y yo salgo a buscarla
en la noche y de mañana.


M. Godúver

sábado, 30 de julio de 2011

LA ENREDADERA







Durante un tiempo notamos la preocupación de mamá por la enredadera que plantó y que no parecía crecer. Le habían asegurado que las enredaderas crecían mucho y adornaban las paredes de una forma especial. Mamá la había plantado en una gran maceta y se veía ridícula la diminuta plantita en un tiesto de tan grandes dimensiones.
Se quedó allí, un poco abandonada de todos, en el rincón del patio del edificio de vecinos. Mi madre siguió regándola, pero sin muchas esperanzas de que creciera.
Al cabo de un tiempo comenzamos a observar que sus tallos eran más largos, sus hojas más anchas. ¡Al fin estaba creciendo! Mamá se puso muy contenta, porque a pesar de que le habíamos dicho que no se molestara más con aquella planta, ella continuó cuidándola y suministrándole su ración de agua como a todas las demás.
Los jóvenes nos fuimos marchando de aquel piso. Papá y mamá seguían allí, los visitábamos frecuentemente. Sobre todo yo que no tenía residencia fija y mantenía casi todas mis pertenencias en la casa familiar.
Cuando salía al patio y regaba las plantas le prestaba mayor atención a la enredadera. ¡Había crecido tanto! Y nosotros que pensábamos…
Se convirtió en una gigantesca enredadera, sus tallos trepaban por las paredes, cerca de las terrazas; ya habían alcanzado el segundo piso, además de haber rodeado todas las paredes del patio, con ayuda de mamá que en un principio condujo los tallos a su antojo. Ahora trepaban hacia arriba de una manera increíble.
Había una vecina en el octavo que se quejaba por todo y aseguró que, cuando llegara aquella horrible planta a su terraza, no pasaría de allí porque ella se encargaría de cortarla.
Todo le molestaba a la pobre señora Concha, tan joven y tan gruñona.
Últimamente no había de qué quejarse: los vecinos eran excelentes personas que no importunaban a nadie. Pero mira por donde la señora Concha estaba buscando pelea y encontró un buen pretexto en la molestia que le pudiera ocasionar la planta.
Y eso que tardaría bastantes años en llegar al octavo, si es que llegaba.
Además, no parecía que fuera ninguna molestia: a los vecinos que había sobrepasado, por el contrario, les gustaba.
Pasaron los años, muchos años…
Mis padres habían envejecido, los sobrinos que quince o veinte años atrás gritaban o jugaban en el patio los fines de semana ya no venían por aquí.
La enredadera seguía creciendo, desde abajo yo no podía calcular bien a qué piso llegaba.
Se experimentaba una extraña sensación viendo el desarrollo de la planta. ¿Cuál sería su fin?
La pobre maceta se quedó pequeña, a pesar de sus grandes dimensiones.
Los largos, resistentes y flexibles tallos de la enredadera habían alcanzado gran longitud.
La señora Concha envejecía y seguía tan cascarrabias; se preparaba para cortar la planta que en pocos años llegaría a la altura de su vivienda. Se le llenaba la cara de satisfacción al ver que al fin podría podarla, era una señora inaguantable. Envejeció como todos nosotros y las piernas empezaron a fallarle, también la vista.
Mamá y papá dejaron el piso y desde hacía unos años era yo quien lo visitaba, el edificio estaba muy abandonado. Solo vivía gente mayor que no podía mudarse a pisos o apartamentos nuevos. ¡La ciudad se había hecho tan grande! Las nuevas viviendas eran mucho más confortables y las familias jóvenes las preferían a las antiguas, como es lógico.
Casi todas las semanas pasaba por nuestra vivienda para regar los tiestos, dejar algunos objetos y llevarme otros.
Un día estaba regando las plantas en el patio y escuché un grito aterrador, era muy temprano. Miré hacia arriba y vi grandes llamaradas en las viviendas altas, en el interior. Era fuego y se había propagado a varios pisos.
Salí del edificio y comprobé que el fuego se extendía solo por las terrazas del interior. Entré de nuevo, pulsé el timbre de alarma y subí a nuestra casa, a toda prisa.
Llamé por teléfono a los bomberos y volví al patio para gritar: ¡Fuego, es fuego!
Los bomberos y otros cuerpos de rescate llegaron rápidamente, duró unas horas la evacuación.
Se hizo el recuento de vecinos y nos dimos cuenta de que faltaba la señora Concha. Estaba inválida y venía una chica a cuidarla, pero sólo unas horas al día y no todos los días.
Se pensó en los posibles accesos hasta su vivienda; era inútil, no había forma de entrar.
En ese momento recordé que algunas veces, muchos años atrás, los vecinitos del tercero aprovechaban la ausencia de sus padres y bajaban hasta el segundo piso, a casa de sus primos, deslizándose por la enredadera.
Les dije a algunos bomberos que me acompañaran, que tal vez se podría subir trepando por la enredadera que había en la pared de los patios interiores.
En el patio probaron si la enredadera aguantaba el peso de una persona; la planta respondió bien a las pruebas de los agentes. Uno de los bomberos subió rápidamente por ella.
Desde el piso octavo el bombero tiró varias cuerdas, aseguró bien a la señora Concha y entre unos cuantos hombres la bajaron despacito hasta pisar tierra firme. La señora había arrastrado su cuerpo hasta la cocina aturdida y llena de miedo, pero gracias a eso se pudo llevar a cabo con más prisa su rescate. Una vez salvada, salimos corriendo de allí.
Llegaron más refuerzos, fue una larga jornada.
El edificio quedó hecho una lástima, tanto el interior como el exterior acabó negro, destrozado.
Se logró extinguir el fuego y salvar algunos objetos personales, sobre todo de los pisos más bajos. El fuego acabó, pero la rehabilitación del inmueble resultaba muy costosa. A los vecinos nos dieron viviendas en otro edificio, éramos pocos, algunos ancianos se alegraron. La mayoría salió beneficiada con el cambio.
El edificio fue derribado unos meses después y con él yo pensé que quedaba enterrada entre los escombros la vieja y útil enredadera.



Han pasado treinta años, eso parece lo único cierto; en cuanto al resto del relato, casi todo es ficción: la señora Concha nunca existió, no hubo ningún incendio. Los padres de aquella familia murieron, la madre hace ya tantos años… el piso se vendió al poco tiempo de morir ella y cada miembro de la familia continuó viviendo en otros lugares, nacieron más nietos, murió el padre.
La única que queda como testigo del paso de aquella familia por allí es la enredadera: testigo de nuestras correrías de niños, de nuestras risas, de aquel ambiente familiar pendiente de salir adelante; cuando llegaban los reyes, si nos compraban algo, jugábamos en el patio por un doble motivo: los niños por el placer de disfrutar con el juguete y los padres por el orgullo de haberlo podido comprar.
Han transcurrido treinta años y el único ser vivo que ha quedado en la vivienda de aquella etapa que pasamos junto a nuestros padres ha sido la enredadera.








M. Godúver




lunes, 25 de julio de 2011

A LUISA MARI








Si lo supe antes
no fui consciente de tu desaparición
hasta mi vuelta a tu tierra.
Estuve allí frente a unos muros
que ocultaban las aulas.
Un escalofrío recorrió
mi mente al ver tu casa
bastante abandonada.
La sorpresa que experimentamos
al volver al pasado
es por lo encogido que ha quedado.
Calles frecuentadas,
ventanas observadas,
rincones que guardan
instantes de un tiempo casi olvidado.
Y aparece con nitidez
en esta total ausencia
cuando sé que no podré
volver a verla...
sacábamos la moto a escondidas
para no ser vistas y volábamos
en un mundo de aventuras
y sueños: nuestros juegos.
Sentía tu proximidad,
yo estaba lejos, no sé dónde,
pero lejos. Algunas veces
me di cuenta de que me querías
de una manera especial.
Fuiste una compañía buena
en una fugaz etapa
de mi adolescencia.
Una fiel amiga que no se olvida.


M.Godúver

jueves, 21 de julio de 2011

EL METRO

Mónica Ozámiz Fortis












El metro es un transporte
donde las distancias son cortas
y las emociones no se ocultan.
Podemos ver escenas de todo tipo:
a una señora se le caen las lágrimas
tras unas gafas, un joven sin dedos
pide limosna mostrando
lo pequeñas que son sus manos;
una niña come un trozo de pan
que le ha dado su mamá,
dos jovencitas se acarician
tiernamente sin esconderse.
Y junto aquel grupo de gente
añorados recuerdos aparecen
en mi mente porque, alguna vez,
viajamos tú y yo en el metro.




M. Godúver



lunes, 11 de julio de 2011

DON DINERO NO, GRACIAS








Huertos sin agua,
casas no ocupadas,
tristeza en las miradas.
Los jóvenes se reúnen
para llegar a acuerdos,
han fracasado los gobiernos.
El futuro es tan incierto…
¿qué es eso de los mercados?,
el poder en manos
del dinero ya no es rentable,
hay que buscar otros cauces.
Hemos tenido que llegar
a momentos críticos
para pensar otros caminos,
no perdamos la ilusión.
Poco sé de economía,
pero por lo que nos ha caído de arriba
mal vamos si a la pasta
le damos más valor
que el de un objeto de cambio
para obtener lo necesario.

Las sociedades de la opulencia
si les falta algo protestan,


y se sigue muriendo de hambre,

guerras y miseria en otras tierras.



M. Godúver











martes, 5 de julio de 2011

LA PASIÓN




Viaje agradable
junto a buena gente,
me traslado a ver las tierras
de la fiel acemilera.
Otra vez pasión y muerte.
Por tierras castellanas
la pasión se extiende
a través de “las edades…”
de manera perdurable.



M. Godúver


viernes, 24 de junio de 2011

RESPUESTAS

No son cartas lo que llegan,
aparecen frases sueltas,
los mensajes de entonces
han desaparecido como por olvido.
Siento que me conoces
porque nos escribimos.
Estoy alerta por si entras en escena
y, casi siempre, -tras la espera-
me regalas una respuesta.






M. Godúver

sábado, 11 de junio de 2011

OTRO VERANO

cola del paro en Parla




Se aproxima el verano,
comienza a picar el sol,
nos apresuramos a sacar
atuendos más ligeros
para no sentirnos asfixiados.
Quienes pueden descansar
preparan el equipaje
con todo tipo de potingues
para protegerse del calor.
Buscarán destinos interesantes
que los alejen de lo cotidiano
del periodo de trabajo.
Los menos afortunados
se quedarán mendigando
en las ciudades: el alimento,
un techo. En fin… un salario.



M. Godúver

lunes, 23 de mayo de 2011

JÓVENES DEL 15-M






























¡Despierta, niño, despierta,
que en Sol se han levantado
hoy temprano y está poblado
con decenas de pequeñas tiendas!
Se convocan a través de la red virtual
y toman las plazas en son de paz,
pretenden continuar y llegar
a los foros de más barrios;
se reúnen en asambleas
para dialogar y compartir ideas.
Parece que quieren conquistar
la luna y han comenzado
en la puerta del sol su manifiesto
para extenderlo al mundo entero.
¡Ojalá no sea un sueño!



M. Godúver






Asunto: J.L.San Pedro sobre el 15-Mhttp://www.youtube.com/watch?v=LOmh3jcV28g








PÚBLICO
jueves 26 de mayo de 2011

El campamento de Sol trata de pactar un programa mínimo
Los acampados se dividen sobre qué hacer con el asentamiento a partir del domingo
ANA REQUENA MADRID 26/05/2011 01:00 Actualizado: 26/05/2011 04:24
El movimiento 15-M trata de reorganizarse para no perder fuerza. De momento, la acampada ha acordado tres puntos básicos sobre los que pedirán a los cientos de asambleas de barrios y pueblos que debatan el próximo sábado.
Estos puntos son: el descontento con el sistema democrático actual, con la corrupción, y la necesidad de mayor control sobre los poderes económicos y financieros.
Además, el campamento intenta consensuar un documento de mínimos, esto es, cuatro o cinco propuestas concretas sobre las que todo el mundo esté de acuerdo, y que sirvan a su vez para unificar las peticiones de las asambleas repartidas por el país.
"Necesitamos tiempo, hay una presión brutal sobre nosotros y hay que entender que no nos movemos con un ritmo normal de trabajo. Pedimos paciencia", dijó ayer Juan Cobo, uno de los portavoces del 15-M. El campamento se divide entre los que piensan que debe desmantelarse a partir del domingo y los que apuestan porque permanezca.
Por otro lado, tanto la acampada como la plataforma Democracia Real se han desvinculado de una iniciativa que propone sacar dinero de los bancos de forma sincronizada el próximo 30 de mayo.


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domingo, 22 de mayo de 2011

ENTRE AZULES Y BLANCOS

Apareces
a la luz del día,
me emocionas,
eres mi alegría.
Tenue diálogo,
miradas de soslayo,
papeles entre manos.
Al marcharte
conmigo quedan
tu voz, tu aroma,
tus ademanes;
esa leve sonrisa
y una lágrima contenida…
que no sale.



M. Godúver

domingo, 15 de mayo de 2011

EN EL TREN

Me encanta viajar
en este medio de transporte,
por sus ventanillas
los campos circulan a toda prisa.
En invierno el paisaje
tirita, ha quedado privado
de hojas y de hierbas.
El verde y otros colores
llegan en primavera,
como si a la tierra
una capa la cubriera;
el verano hace estragos
con el calor sofocante
y del aire sale fuego
como de un dragón de cuento.
El otoño nos presenta
sus tonos dorados,
amarillentos, sonrojados…
de tanto mirar al astro solar
su rostro se ha tostado.
Llegará otro año
y comenzará el ciclo;
pienso y medito.
Después vuelvo al libro
y a un papel,
puedo escribir y leer,
no me marea el tren.


Un albatros

miércoles, 11 de mayo de 2011

EN EL COCHE

Solía ocupar el asiento
de atrás,
mis padres conversaban
de sus asuntos diarios
y yo soñaba mirando
las nubes de la capa celestial,
me abstraía con la diversidad
de siluetas que formaban
e imaginaba historias
con cada una de ellas.
Se transformaban en castillos
encantados, en caminos
concurridos, en tierras frondosas;
en pueblos solidarios
con gentes sonrientes,
voces amigas, ojos que me veían.
¡Un viaje para escapar
de mi tendencia a la soledad!



Un albatros

sábado, 7 de mayo de 2011

EN LA TERRAZA

Me faltaba tiempo
para salir corriendo
a pasear por la terraza
(después de haber leído
a: Unamuno, Machado,
Hernández, Cervantes,
Platón, Aristóteles,
Marx, Bakunin)
debía tener unos
cinco metros de largo
y la recorría
de un lado a otro,
de vez en cuando
miraba a una plaza,
luego meditaba.

Mi familia estaba
ahí, cerca de mí.
Yo andaba escondida
siempre que podía,
pero era consciente
del calor del nido,
mis padres y hermanos
permanecían conmigo.



Un albatros

martes, 3 de mayo de 2011

EN EL PUPITRE

En otra escuela me sentaba
en el centro de una clase
con muchas niñas
y una maestra,
nos mandaba hacer deberes,
las redacciones me gustaban
porque podía imaginar
relatos que me permitían soñar.
Luego fui a un instituto
y desde distintos pupitres
contemplé el mundo.
Pasé por varias etapas,
todas ellas me dejaron huella:
conocí a mis viejas amigas,
a profesores inolvidables.
Degusté el placer de la lectura,
la elegí como si fuera
una compañera…
me acompaña muchas horas.


Un albatros

domingo, 1 de mayo de 2011

LA PPIINA Y EL DÍA DE LAS MADRES

Dia de las madres: ¡Regala un futuro igualitario!
Un año más, la PPiiNA pone en marcha su campaña por el día de las Madres, para reivindicar que el mejor regalo que se les puede hacer es un presente y un futuro igualitario.
¡Qué mejor regalo para una madre que la igualdad y las responsabilidades equilibradas!
Con permisos para cada progenitor/a iguales en duración, con la misma parte obligatoria, intransferibles y remunerados al 100%, se lanzaría un mensaje positivo a la sociedad de que el cuidado es tanto cuestión de los hombres como de las mujeres.
Regala un futuro igualitario y ¡déjate de planchas!

sábado, 30 de abril de 2011

LA ESCUELA DE MI INFANCIA

En aquella escuela
aprendí las primeras letras
y algunas cuentas.
Luego me enseñaron
las cuatro reglas
y practicábamos
ejercicios de lectura
junto a una estufa.
Los jueves por la tarde
tocaba limpieza
y barríamos el espacio
donde nos instruíamos.
Encontré un tesoro
en un cajón: una diminuta
diapositiva que me descubrió
a un maestro de la pintura.
La dejé guardada
donde estaba,
recordé el cuadro
durante muchos años...
luego volví a verlo,
era el original
y estaba en un museo.
¡Años de despertar
a la vida para soñar!


Un albatros

martes, 26 de abril de 2011

EN UNA VIGA

Y llegó la etapa
de los miedos…
entonces construí el nido
en una viga,
debajo de un techo que tenía
bastantes agujeros
y sus goteras cuando llovía.
En la pared lucían
por ventanas dos ojos negros,
algunas veces se colaban
rayos del sol al mediodía.
También había un columpio
y muchos trastos viejos
en aquella casa de otros sueños.


Un albatros

lunes, 25 de abril de 2011

EN EL TEJADO

Un nido sin techo
y abierto al cielo,
en el tejado,
junto al ventanuco
de una cámara
me permitía soñar
mirando a lo lejos.
Lo construí en la casa
de los primeros años
de mi infancia.
Pasé horas y horas
preguntándome
qué habría
detrás de aquellos
montículos,
los que se me permitía
ver desde aquel
espacio tan reducido.


Un albatros

lunes, 11 de abril de 2011

EL DOLOR DE OTROS




Se me cae el sol encima,

su reflejo en los cristales

me avisa de la tragedia,

sucede con mucha prisa.

Son instantes de sorpresa

y todo pasa enseguida.

Momentos tan fugaces

de estupor me recuerdan

las escenas de dolor

y pasmo de tantas guerras,

de catástrofes naturales

que dejan a mucha gente

fuera de su hogar, en la calle.

¡El pobre corazón tiembla!



M. Godúver

martes, 5 de abril de 2011

OLIVARES EN INVIERNO





Ya no cruzo calles

con semáforos,

han cesado las lluvias,

los caminos

son todos iguales.

Paseo por campos

con olivares,

y en el corazón…

aquellos paisajes.



M. Godúver

martes, 22 de marzo de 2011

NO A LA GUERRA


Guerras, guerras y guerras…
no acabamos,
siempre nos meten en ellas.
Me he marchado
con una acemilera
al siglo xv de nuestra era
y me doy cuenta
que son iguales todas las épocas.
Se abusa del poder
por uno y otro interés.
Que no me vendan
la moto, nunca me montaré.

M. Godúver

sábado, 19 de marzo de 2011

LA LUNA LLENA...



Oí una voz a mi espalda,
de pronto me saludó.
Un blanco radiante nos acogió
y gozamos entre azules
en un ir y venir de luces.


M. Godúver

martes, 15 de marzo de 2011

LA PPIINA Y EL DÍA DEL PADRE...

Convocatoria del 'Día del padre'
Con motivo del ‘día del padre’, la
Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción [PPIINA] te invita a la presentación del
MANUAL DE PATERNIDAD EXPRESS
Con este manual queremos denunciar que no se puede avanzar en corresponsabilidad y ‘ser un buen padre’, responsable de cuidar en igualdad sin
PERMISOS IGUALES, INTRANSFERIBLES y REMUNERADOS AL 100%
Descárgatelo y si te gusta, ¡ayúdanos a difundirlo! entre tu lista de amistades, tus contactos en las redes sociales, tus colegas de asociación y/o profesión …. ¡Comparte esta información!
Te esperamos en la presentación pública el día 19 en Madrid. Estaremos en la Plaza frente al Museo Reina Sofía (calle Santa Isabel), de 11:30 a 13:00.
Nos proponemos pasar un rato divertido.
¡Acércate a vernos!

viernes, 11 de marzo de 2011

LÁGRIMAS AL CAER LA LLUVIA


Gotas de lluvia
cubren mis vestidos
y no siento frío.
La distancia
en espacio y tiempo
es tanta que me tiene
anestesiada.

Nos llega el sufrimiento
de los otros y nos atormenta.


M. Godúver

martes, 8 de marzo de 2011

MUJERES


Me vienen a la mente
recuerdos de mi infancia…
todas las mujeres
cercanas a mí trabajaban,
incluso las que siempre
estaban malas.
Hoy es el día de tantas
y tantas que dejaron
su vida en el trabajo,
algunas sin salario.


M. Godúver

sábado, 5 de marzo de 2011

LOS PRIMEROS ROMANCES


En una pequeña villa
suenan notas de alegría,
llegan del patio familiar,
la madre canta romances
de gentes de otras tierras.
Unos ojos de niña
atienden sorprendida
y traga saliva…
la garganta se le anuda
y no puede escuchar.
M. Godúver

martes, 1 de marzo de 2011

UN FRONTÓN



Detrás del patio
de la librería
contemplo el lateral
neomudéjar de un edificio
que está en ruinas,
luego coloco los libros
en las estanterías.
Al principio pensé
que pudo ser un convento
-acabábamos de trasladarnos-
y con el tiempo
me han informado
quienes están dedicados
a salvarlo
que se trata de un frontón:
Beti-jai lo llaman
y debe ser estimado
a juzgar por lo que me han contado.


M. Godúver

sábado, 19 de febrero de 2011

ANHELO


Es difícil
conciliar el sueño
cuando has preñado
mi ser.
Te pienso
en momentos
a mi lado
y renace
el deseo
tras un encuentro,
se remueve
en mi interior
el esbozo de amor
que nos unió:
cual vilano
que el viento
se llevó
se aferran
las semillas
a mi mente
de tanto desearte
y no tenerte.
Se enredan
en mi cabeza:
me entretengo
describiéndolas.


M. Godúver
(cedido por la acemiler@)

martes, 8 de febrero de 2011

BUENAS NOTICIAS



La puerta se cerró
y quedé justo
al lado de tu piel.
Te acercaste
para saludarme
y sentí el calor
de tu mirada.
Sonríes
y me comunicas
las últimas noticias.
Me alegro tanto
que debiste notar
mi entusiasmo,
yo siempre a tu lado.


M. Godúver

lunes, 24 de enero de 2011

ENCUENTROS EN LA RED


Largas horas
interrumpidas
por fugaces
momentos.
Silencios
interminables
con un punto
de calor.
Paisajes helados
y leves instantes
con motitas
de color.
En el rostro
unos ojos
luminosos
ponen una nota
de serenidad
interior…
y me mira,
nos miramos.


M. Godúver

martes, 11 de enero de 2011

BARRIOS SEÑORIALES



Barrios señoriales,
glorietas entrañables,
carruaje estupendo
solo para un momento.
Llegaste y nos fuimos,
caminé a un infinito.
¿Dónde fuimos?
¿Cómo llegaste?
¿Dónde he ido?
La historia de otro tiempo
me transporta lejos,
las épocas se agolpan,
me detengo en una fase
atemporal
y camino por este
barrio señorial.


M. Godúver

sábado, 8 de enero de 2011

MANOS UNIDAS



Atardecer lluvioso,
charcos en los zapatos,
cristales luminosos,
lágrimas en los ojos.
Caminante del pasado,
la de la mano en el bolsillo…
te llevo conmigo.


M. Godúver

domingo, 2 de enero de 2011

MANOS AMIGAS


Un año más y uno menos,
nos encontramos de nuevo.
Parece que todo cambia
y es lo mismo: ¡tantos
buenos deseos!
Quisiera que este año
fuera tan diferente
que los siguientes
no tuviéramos nada
que reivindicar
y disfrutáramos
de una constante solidaridad.

M. Godúver