Estoy en el Auditorio…
escucho El Mesías de Händel,
las cuatrocientas voces al unísono
llenan todos los intersticios.
La magia de la música
me transporta a otros sitios,
son varios momentos vividos.
Siento cómo se deslizan
unas lágrimas desde mis ojos
por todo mi rostro.
“Mi madre canta en el campo,
en la casa, por el patio...
en todos sus trabajos;
apenas conoció el descanso.”
Yo, aquí sentada,
soy una privilegiada.
En este mismo concierto,
no sé el porqué,
la estructura de
madera me remitió
a un crucero.
Nos reunimos
en un barco
toda la familia
para disfrutar
y no lo pasamos mal,
pero la tensión
del “qué pasará”
no nos permitió
reírnos más.
Cuando el benjamín
decía: “dieciocho”,
estábamos todos.
En otro momento,
cuando miro a mi
alrededor y veo
tantos asistentes
siento un vacío interno.
Ahora es el amor
el que sobrecoge
mi corazón.
Me gustaría al
girar la cara ver
su mirada y con
ambas sonrisas
sentirnos unidas.
Esbozo “una sonrisa”
y corroboro
cuánto la añoro.
M. Godúver
escucho El Mesías de Händel,
las cuatrocientas voces al unísono
llenan todos los intersticios.
La magia de la música
me transporta a otros sitios,
son varios momentos vividos.
Siento cómo se deslizan
unas lágrimas desde mis ojos
por todo mi rostro.
“Mi madre canta en el campo,
en la casa, por el patio...
en todos sus trabajos;
apenas conoció el descanso.”
Yo, aquí sentada,
soy una privilegiada.
En este mismo concierto,
no sé el porqué,
la estructura de
madera me remitió
a un crucero.
Nos reunimos
en un barco
toda la familia
para disfrutar
y no lo pasamos mal,
pero la tensión
del “qué pasará”
no nos permitió
reírnos más.
Cuando el benjamín
decía: “dieciocho”,
estábamos todos.
En otro momento,
cuando miro a mi
alrededor y veo
tantos asistentes
siento un vacío interno.
Ahora es el amor
el que sobrecoge
mi corazón.
Me gustaría al
girar la cara ver
su mirada y con
ambas sonrisas
sentirnos unidas.
Esbozo “una sonrisa”
y corroboro
cuánto la añoro.
M. Godúver
1 comentario:
Tu hermano tambien se ha acordado de vuestra madre al leerlo y ha recordado el buen humor que tenía siempre (estas son sus palabras)...Y como no ese crucero familiar,que cuanto más se pasa el tiempo con más cariño se ruerda, a pesar de los temores, todos lo pasamos fenomenal. BESOS DE JOSE,JOSE ANTONIO,PABLO Y ANA.
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