viernes, 20 de marzo de 2009

LA SACRA DICTADURA


...
Mientras a las niñas de
las monjas las troquelaban,
de las otras ni se ocupaban
porque ya habían sido
doblemente condenadas.

Tres conceptos distintos:
religión, política y sociedad,
bajo una dictadura inquisitorial
para una doble realidad.

De la sexualidad como
era tabú se hablaba
a escondidas.
Yo no sé cómo
la vivían las niñas de las
monjas, me imagino
que, como las otras,
‘a hurtadillas’.

Durante la dictadura, en
los colegios y en las escuelas
medían con un doble rasero:
el del yugo y el de las flechas,
como las caras de una sola
moneda. En las monedas
nos mostraban a un señor
que se erigió en “caudillo
por la gracia de Dios”.

Luego estaba el
mundo de las flechas,
algo más disperso
y pedestre, a quienes
les faltaba educación,
sanidad, alimentos
y no conocían
los campamentos.
Era como si hubiera
disparado Cupido sus flechas
se soñaba con el amor
con fervorosa ilusión.
De la sexualidad,
como era pecado,
sólo te redimían los hijos,
el casarte y el sacrificio.

Los de arriba se repartían
el “sacro poder terrenal”,
los de abajo no sabían
hablar ni de “justicia social”.

Las ‘rebeldes’ niñas ricas
nos legaron sus teorías y
las pobres, poco a poco,
cambiamos de ocupaciones.
Pues, si te casabas, eras
del hogar la esclava.

Bajo tales perspectivas
las niñas pobres y ricas
nos reuníamos cual hermanas;
bajo la etiqueta de amigas
algunas que otras lesbianas
apaciguábamos las ganas,
incluso las más osadas
compartíamos la cama.


Así vivimos con Franco
y su compadreo,
dos visiones distintas
bajo un doble dios verdadero:
el cargo mal utilizado
y el gran poder del dinero.
..

M. Godúver

3 comentarios:

viky frias dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
LA PEQUEPANDI dijo...

A pesar de todo...me quedo con las flechas de Cupido, yo creo que son las menos dañinas.
Cuando te educan,te enseñan de una forma, y luego la vida, te hace ver todo de otra manera, y te vas acoplando según te va por el mundo. Pero por supuesto,tienen que dejarte "libre" para pensar y para actuar,NADIE, tiene derecho a imponer las cosas "POR QUE SI".ANA.

viky frias dijo...

De Franco no quiero ni oir hablar
¡Qué pedazo de bestia nos fue a tocar!
Cuando yo nací ya era caudillo
y pensaba que España era su cortijo.
Asesinó sin piedad
a lo mejor de la sociedad.
Tantos cerebros desperdiciados,
tantos derechos violados.
No sé si era mayor su fachatez
o su desfachatez.