
E. Burne-Jones
.
..
Amor de sueños locos,
amor de pasiones efímeras,
gracias por no venir,
por escucharme tantas veces,
por no llegar a nada.
En aquel abrazo
pierna-mano
te ofrecí todo mi
amor. Sé que debiste
sentirlo.
Lo sabías ¿verdad?
Y sin embargo me
seguiste escuchando,
recibiéndome una
y otra vez.
Hasta que por fin
llegó el día
y con aquella confesión
de lo más tonto y absurdo
que se pueda pensar:
la despedida.
¡Oh, amor! Quería que tú
lo supieras… y fue tan ridículo.
Pero cómo, ¿cómo expresar algo así?,
¿cómo compartir lo que siento?
M. Godúver
amor de pasiones efímeras,
gracias por no venir,
por escucharme tantas veces,
por no llegar a nada.
En aquel abrazo
pierna-mano
te ofrecí todo mi
amor. Sé que debiste
sentirlo.
Lo sabías ¿verdad?
Y sin embargo me
seguiste escuchando,
recibiéndome una
y otra vez.
Hasta que por fin
llegó el día
y con aquella confesión
de lo más tonto y absurdo
que se pueda pensar:
la despedida.
¡Oh, amor! Quería que tú
lo supieras… y fue tan ridículo.
Pero cómo, ¿cómo expresar algo así?,
¿cómo compartir lo que siento?
M. Godúver
1 comentario:
En otros tiempos
los amores locos
iban al psiquiatra,
que nunca los curaba,
pero a veces los adoptaba.
Hoy día van sueltos
y generalmente nos atropellan.
Hay que agradecerles
que no se acerquen
ni nos retengan
entre sus redes.
Los amores locos
son malos de controlar
a cualquier edad;
Llegan, nos arrebatan la libertad
Y después, se van.
Publicar un comentario