sábado, 7 de noviembre de 2009

LAS PRISAS


Reactor a la vista,
tren a toda prisa.
Así se presenta a mí,
la recibo flotando en el cielo,
paseando con esmero.
Fue conocerla y se me agitó
y revolucionó el reloj,
se aceleró el corazón…
me han instalado, al fin,
un marca-millas de avión.
Si continúa a esta velocidad
el día menos pensado
le sobrecoge un paro
a esta máquina mortal
y no hay nada que contar.


M. Godúver

1 comentario:

viky frias dijo...

Qué locura, qué pasión;
tu corazón toma el avión
cuando aparece un nuevo amor
y en su arrebato se olvida
de abrir el paracaídas;
el golpe puede ser fatal
a esa velocidad.
¡Ojo con la desconocida
que se inmiscuye en tu vida!
Quién sabe si tiene acciones
en el aeródromo de Torrelodones
o es revisora de renfe
y te encuentra sin billete.