
Las luces encendidas
de los coches
anuncian la llegada
de la noche.
Blancas por delante,
rojas por detrás
y el día se nos va.
Me acerco pensativa
por lugares del pasado
y el susurro de los sueños
me acompaña en el paseo.
Qué cerca y qué lejos
queda aquel tiempo…
¡qué cerca la siento!
M. Godúver
1 comentario:
Pues sí, los amores llegan como los coches:
parecen verbenas de luces blancas;
creemos que van a llevarnos consigo a cualquier sitio.
Pero se marchan tan deprisa como las nubes rojas del atardecer,
dejándonos en tierra, y a oscuras.
Publicar un comentario