
La luz de la noche
me guía hasta un rincón
de mi retiro veraniego
y veo una mantis religiosa
herida, me aproximo y me mira.
Nos reconocemos a solas
bajo un manto azul de estrellas.
M. Godúver
En agradecimiento a quienes nos legaron o legan sus escritos, de manera especial a mis maestr@s. Me vienen a la memoria tantos y tantos cuadernos escritos a lo largo de mi vida ... ¡compañeros de viaje!
1 comentario:
También las mantis
se hieren en verano
y necesitan esa mirada amiga
que se compadece de las heridas.
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