¡Qué luna llena a lo lejos!,
lucen cerca dos estrellas.
Candiles encendidos
la noche alumbran
en esa inmensidad oscura
del firmamento.
Lumbre de infancia
junto a la chimenea.
¡Farolas en calma
serenan el alma!
En agradecimiento a quienes nos legaron o legan sus escritos, de manera especial a mis maestr@s. Me vienen a la memoria tantos y tantos cuadernos escritos a lo largo de mi vida ... ¡compañeros de viaje!
1 comentario:
Regresemos a la infancia
cuando todo era luz y promesas.
Ahora las noches son oscuras,
a veces ni las farolas pueden
con tanta oscuridad.
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