Así lo llaman quienes esperan
algún día las urnas llenas.
Mi madre lo tenía claro,
ella me dijo: nosotros
siempre estaremos abajo.
Recuerdo aquella mañana
cuando hubo otra campaña,
ella se encontraba en la cama,
la muerte se le aproximaba.
Mi padre -tan socialista él-
quiso arrastrarla a su tren.
Mi madre era una mujer
justa, cariñosa, de querer.
No sé qué hubiera votado
ella, quizás en blanco.
Yo fui más rotunda y voté no,
estaba la OTAN en cuestión.
Con mi padre otra discusión,
ambos perseguíamos la razón,
y aunque nos costaba dialogar
sentía respetada mi libertad.
Mi madre se quedó en la cama,
le esperaba otro tipo de caja
después de vestir la mortaja.
¡Cómo ha pasado el tiempo...
tantos años de sometimiento,
de perseguir el pensamiento,
de no dejar en paz a quienes,
por no tener, ni unos bienes!
algún día las urnas llenas.
Mi madre lo tenía claro,
ella me dijo: nosotros
siempre estaremos abajo.
Recuerdo aquella mañana
cuando hubo otra campaña,
ella se encontraba en la cama,
la muerte se le aproximaba.
Mi padre -tan socialista él-
quiso arrastrarla a su tren.
Mi madre era una mujer
justa, cariñosa, de querer.
No sé qué hubiera votado
ella, quizás en blanco.
Yo fui más rotunda y voté no,
estaba la OTAN en cuestión.
Con mi padre otra discusión,
ambos perseguíamos la razón,
y aunque nos costaba dialogar
sentía respetada mi libertad.
Mi madre se quedó en la cama,
le esperaba otro tipo de caja
después de vestir la mortaja.
¡Cómo ha pasado el tiempo...
tantos años de sometimiento,
de perseguir el pensamiento,
de no dejar en paz a quienes,
por no tener, ni unos bienes!
¡Cómo ha ido cambiando esto!
Ahora, somos incluso europeos.
M. Godúver
2 comentarios:
Ante la vida y la muerte
qué poco importan
-vanidad de vanidades-
las elecciones.
Atacan los políticos
con sus canciones;
los respaldan banqueros
y otros tunantes.
Nos bombardean con palabras
muy biensonantes
que después serán bombas
de otro talante.
Para aumentar su poder
cualquier cosa van a hacer
si lo ven interesante.
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