Acusaban todos tanto el temor
de que se les imponga la palabra
que algunos deciden, una mañana,
salir a comprar un ordenador
para poder desterrar el temblor
que les sobrecoge cada semana,
cuando el lunes dejan las sábanas
con tanto sufrimiento y dolor.
Porque no quieren pensar en la pasta.
Precisaban disfrutar del color,
lo demás era absurdo y de plastas.
Porque no le dedican al amor
todo el tiempo que les venga en gana.
¡Este atípico soneto es un horror!
M. Godúver
1 comentario:
No es baladí
rimar catorce versos así,
catorces versos endecasílabos
como en los tiempos de Boscán:
ya sólo los poetas finos
se detienen a contar.
El significado del soneto
para mí es un secreto;
sin embargo en este momento
trabajar la forma es prioritario
y lo demás, secundario.
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