Para decorar la Torre
de la Parada llega
Rubens a España,
Felipe IV se lo encarga.
Y a Paris la manzana
Hermes se la pasa,
a petición de Zeus
para no comprometerse
a elegir de entre las diosas
la más guapa o la más hermosa.
Es un tema mitológico,
el cuadro es apoteósico,
como si de otra escena
estuviéramos a la espera;
nos topamos con el barroco
y al teatro se parece un poco.
De izquierda a derecha:
Atenea, Afrodita y Hera.
Las tres ahí puestas
con sus símbolos o atributos
de diosas y sus nacarinas
carnes, tan voluptuosas.
Al otro lado el astuto
dios mensajero
ofreciendo el veneno
al de cara de memo.
Como juez y parte
en el concurso Paris
decide que es Afrodita
de las diosas la más bonita;
a cambio ella le concede
enamorarse de Helena,
de las mortales la más bella.
Después la historia nos cuenta
que este amor y esta belleza
te llevan al rapto y a la guerra.
M. Godúver
1 comentario:
Explicas la pintura con todo detalle,
¡qué buena profesora de arte
se han perdido los estudiantes!
Ya va siendo el momento
de volver a lo nuestro;
retomemos la poesía
y dejémonos de tonterías.
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