
No sé a qué hora llegó,
la emoción
había parado el reloj.
Después el tiempo
nos abandonó
y se convirtió
en instante
lo que fue una tarde.
M. Godúver
la emoción
había parado el reloj.
Después el tiempo
nos abandonó
y se convirtió
en instante
lo que fue una tarde.
M. Godúver
1 comentario:
En los momentos de felicidad
el loco reloj interior
se salta los límites de velocidad;
la razón no gana para multas.
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