He visto los olivos
del abuelo, cogíamos
la aceituna con las
manos ateridas.
El intenso frío nos
congelaba los huesos.
En agradecimiento a quienes nos legaron o legan sus escritos, de manera especial a mis maestr@s. Me vienen a la memoria tantos y tantos cuadernos escritos a lo largo de mi vida ... ¡compañeros de viaje!
1 comentario:
Aceite,
bálsamo para cuidar
las manos ateridas.
Como otras veces,
lo mismo que nos hiere,
nos cura.
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