¡Qué admiración tan
grande siento al ver
la transformación
de la caja…
Su creatividad
había modificado
todo su significado.
Sobre la madera unas
plumas daban
paso a la
historia!
Y allí estaba
al abrir la tapa
un dibujo plasmado
por su mano.
Había pintado el
fondo dorado,
con tinta china
dibujado la
figura de don Vasco.
Todo artísticamente
diseñado:
la presentación,
una escultura
de trapo,
otras vistosas plumas
al fondo,
unas semillas
de cacao en
un ángulo;
aludiendo al obispo
un rosario.
Las conchas
engarzadas a la red
en un entramado.
¡Todo resplandecía
por el amor y el empeño
que había puesto!
.
M. Godúver
viernes, 19 de septiembre de 2008
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