martes, 1 de septiembre de 2009

AÑORANZA

Invierno en Nueva Zelanda

Los grises plateados
de cielo, mar y tierra
también me recuerdan
pletóricos momentos
en los que te siento cerca.
La luz que queda
escondida transforma
todo lo que rodea,
las transparencias
en los elementos
el alma serenan
y el fuego del cuerpo
ha guardado silencio.


M. Godúver



2 comentarios:

viky frias dijo...

Los cuatro elementos:
aire, mar, tierra y fuego,
forman el bello y sereno
paisaje de invierno.
El cielo se mira en el agua,
mientras la arena
discretamente se aparta.
El gris impone su frío color,
como si no hubiera amor,
pero el fuego del sol
interpreta una serenata
a través de las nubes de plata.

Cons dijo...

Yo creo que si la sientes cerca toda tu energía AMOROSA le llegará y así le será más fácil algún día darse cuenta de que puede ser muy feliz en tierras muy cercanas.

Me parece que los humanos somos las piezas del mismo puzle y que la sustancia AMOR ayuda a que encajemos correctamente cada una en el sitio que nos corresponde.