domingo, 22 de febrero de 2009

LA CAÍDA DE LA TARDE

flickr.com
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Era el final y
llegué a verla
a la residencia,
allá en la terraza
con otras ancianas.

Se olía la muerte
en sus manos
sobre el regazo
de las faldas.

Miré a lo lejos y
vi una puesta de
sol muy cercana.

..

M. Godúver

1 comentario:

viky frias dijo...

No se pone el sol para cada muerto, pues sólo los más ilustres mueren al ocaso.
Los otros deben conformarse con exhalar el último suspiro al extinguirse una vela en alguna capilla olvidada.