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Del final al principio,
del principio al final.
¿Estaré en la mitad y
tendré que sufrir más?
Acabo de llegar al lugar
de la última edad,
tenemos blanca la cabeza,
¿será un signo de dignidad,
de sabiduría y de nobleza
o más bien de caducidad?
He venido un poco antes,
no quería llegar tarde.
Al lado de mi cama
una anciana, más ancianas:
nos sentimos hacinadas.
¡Qué cobardía la mía tan
cerca que tuve la salida!
..
M. Godúver
M. Godúver
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