
Cuando la muerte acecha
por una enfermedad
o por ser viejas,
quizá lo único que nos queda
sea una digna despedida.
Las ancianas pueden disfrutar
de la vida y de lo que les procura
alegrías, estar despiertas
y participar en todos los proyectos
que les gusten o que ellas quieran,
pero parece que el interés
más próximo a su edad
sea el procurar retirarse
sin sufrimiento demás.
Lejos nos queda
reivindicar el aborto,
el divorcio, la conciliación
de la que tanto se habla ahora
porque a “ellos” ya les toca,
los aumentos del sueldo
y el no perder el puesto.
Todavía no he visto
una manifestación numerosa
a favor de la eutanasia,
de vez en cuando se oye una voz
en primera persona.
Me he levantado irónica
y me he dado cuenta
de que la eutanasia vendrá sola,
a la clase política se les avecina
tal cantidad de pensiones a viejos
que queriendo o sin quererlo
la aprobarán en el parlamento,
aunque sean cuatro quienes la elijan
será otra manera de eliminarnos de la lista.
M. Godúver
1 comentario:
La eutanasia es poco agraciada
y no pensamos en ella
mientras no es necesaria.
Pero llega el momento
de marcharnos
y la echamos de menos.
Una agencia de viajes
al más allá
será bien recibida,
una agencia que venda billetes
-solo de ida-
seguros y cómodos,
sobre todo indoloros,
con fecha prevista.
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