
Un muchacho de Orihuela
a pesar de la represión paterna
busca insaciable en los libros
los versos de otros poetas,
se reúne con grandes amigos
y acude a la biblioteca.
Consigue un puesto en Madrid
y se codea con gente afín:
años de alegrías e ilusiones
junto a pintores y escritores.
a una muerte que le duele tanto.
Llegan gritos de guerra,
sufrimiento de adultos y niños,
cuerpos abandonados
en las cunetas.
Nanas de cebolla y hambre
en aquellos años de cárcel.
M. Godúver
1 comentario:
En los años de la dictadura
leíamos con ternura
a este poeta cercano
seguidor de Garcilaso.
Su famosa elegía
la recitábamos de corrida,
las nanas de la cebolla
aprendimos de memoria.
De niño era pastor iletrado;
mas, autodidacta aplicado,
leyó cuanto tuvo a mano,
de mayor fue muy letrado.
En la cárcel falleció
de pena y desolación.
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